Humanidades

La daga «de otro mundo» de Tutankamón

En el año 2022 se tiene previsto inaugurar el que será el museo arqueológico más grande del mundo, el Museo de Guiza o Gran Museo Egipcio. En un terreno de unas 50 hectáreas, a tan solo dos kilómetros de la necrópolis de Guiza, se exhibirán más de 100.000 objetos, algunos tan enigmáticos como la daga que llevaba consigo sobre el pecho en su ataúd el joven faraón Tutankamón.

Tesoros y más tesoros

El Museo Egipcio de El Cairo se inauguró en 1902 para albergar 12.000 objetos, sin embargo, ni las mejores predicciones podían prever que las futuras expediciones arqueológicas dejaran atrás esa cifra superando las 150.000 piezas. En su almacén se acumularon durante años todos estos tesoros sin poder mostrarlos al público, por cierto, veinte años después de la inauguración del Museo, Howard Carter lo ampliaría con más de 5000 objetos del ajuar funerario de la tumba Tutankamón.

El futuro Gran Museo Egipcio, estará presidido en la entrada por una impresionante estatua de Ramsés II, de más de 11 metros de altura, y albergará más de 4.500 de las piezas del faraón Tutankamón y aprovechando su traslado, los investigadores realizaron un exhaustivo estudio de las mismas con las más modernas tecnologías disponibles hoy en día, inimaginables en tiempos de Carter. Así, pudieron reescribir algunos aspectos del reinado del joven faraón y estudiar dos de sus mayores tesoros: la máscara funeraria y el puñal que llevaba sobre el pecho. De la primera ya dediqué un post en el blog y ahora me gustaría acercaros la daga que tanta curiosidad despertó a los investigadores durante décadas y de la que ahora se confirman las sospechas de muchos de ellos.

Una daga de otro mundo

La Edad del Hierro se iniciaría en el Cáucaso y en Anatolia alrededor del 1200 a. C., sin embargo, tal como demostró el científico francés Albert Jambon, encontramos algunos, muy pocos, instrumentos elaborados con hierro que los anteceden 2.000 años  procedentes de meteoritos caídos en nuestro planeta: un hacha de Ugarit (Siria, 1400 a. C.); un colgante de Umm el-Marra (Siria, 2300 a. C.); una daga de Alaca Höyük (Turquía, 2500 a. C.); el brazalete, el reposacabezas y la daga en cuestión de Tutankamón (Egipto, 1350 a. C.).

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La daga de otro mundo. Crédito de la imagen: Wikipedia

La daga mide 35 centímetros y cuando fue encontrada entre los vendajes de la momia sorprendió el hecho de que a pesar del paso del tiempo no estaba oxidada. Su belleza es indiscutible y la hoja del puñal muestra una elaboración exquisita de gran calidad.

Un proyecto iniciado en el año 2014 en el que se analizó la composición del hierro del puñal descubrió que contiene níquel al 10% y cobalto al 0,6%, una concentración típica de los meteoritos e imposible de conseguir en una aleación. Así pues, el hierro con el que se elaboró la daga no era terrestre. Cuatro años antes, en el 2010, se descubrió en medio del desierto egipcio un “cráter lunar” el Kamil Crater, algo rarísimo en nuestro planeta y que apoya esta teoría. Los resultados de este estudio se publicaron en la revista Meteoritics and Planetary Science.

“Un hierro llovido del cielo”, así, un antiguo papiro describía el hierro obtenido de los numerosos meteoritos que caían en el desierto. En el antiguo Egipto, el hierro era más preciado que el mismo oro y son escasísimos los objetos egipcios elaborados con este material, de hecho, no desarrollaron la metalurgia del hierro y no tenían minas donde obtenerlo.

Y es que el antiguo Egipto sigue siendo un enigma…

Lee la entrada original de Francisco Javier Tostado en su blog.

Acerca de RETROVULCANO

Soy técnico en mercadotecnia y tecnologías de la información. Usuario de Manjaro Linux y retrojugón del Commodore 64, el ZX Spectrum, la Videopac+ y la CBS ColecoVision. Entusiasta de LEGO y de los cómics de Tintín, Lefranc y Blake y Mortimer. Aficionado a la historia y a la ciencia. Padre de gatos. Escribo en mis blogs en mis ratos libres.